ENTREVISTA A FERNANDO RIBEIRO Febrero de 2010
"Bienvenido al infierno" Así nos recibió Fernando Ribeiro a la llegada del estudio, en Olival Basto, alrededores de Lisboa.Es aquí donde los Moonspell, banda con centenares de miles de discos vendidos y espectáculos agotados por todo el mundo, tiene su base. "Es nuestra casa", corrige Fernando Ribeiro, 35 años, que, ese día, ultimaba el concierto del fin de semana siguiente, en la FIL, en Lisboa, antecedido de un día dedicado al heavy metal, con conferencias, exposiciones y exhibición de películas. "Un reencuentro con los fans nacionales" (estuvieron allá más de 4 mil), como el propio explicó, después de más una larga digresión que los llevó a países como Ecuador o Venezuela. Lejos van los tiempos en que recorrían Europa en una furgoneta apretujados, sin dinero para comer.
- Como es que el heavy metal entró en su vida?Debía tener unos 12 o 13 años, cuando comencé a oír los Whitesnake o los Iron Maiden. Pero el verdadero clic coincide con mi entrada en la escuela secundaria, cuando tenemos que escoger nuestra tribu. Fue entonces cuando descubrí cosas más underground, como King Diamond.
- Y lo que lo llevó a optar por esa tribu, conotada con una cierta marginalidad, y no por otra?Fue el instinto. Es verdad que había algún prejuicio en relación al metal que, sin embargo, tenía más fama que provecho. Su estética me pareció más real, los metaleros se mantenían fieles a la tribu, no cambian conforme las modas
-Fue más por una cuestión musical o de estilo?Las dos. Acuerdo de un día estar en la playa, en la Laguna de Albufeira, y, al final de la tarde, ver pasar una pareja de metaleros. Una chica de cabellos muy largos, con un muchacho de pantalones vaqueros, botas y un chaleco con un dorsal del Ronnie James Dio, que aún hoy es uno de mis cantantes favoritos. Fue algo muy fuerte, en términos de llamamiento visual, me hizo pensar que era una estética con mucho estilo.
-en que trabajan sus padres?Ahora, están jubilados, pero mi madre era embaladora de medicamentos, en una farmacéutica, y mi padre era técnico de muebles, en la Regisconta. No tenían cualquier conexión a los artes...
-Como reaccionaron ellos ante una estética tan agresiva y apenas afamada como la del metal?Apenas, claro [risas]. Suelo decir que, felizmente, reaccionaron apenas. Es bueno que los padres apoyen los hijos, pero también es bueno que los limiten. Siempre creí en el conflicto entre generaciones, que nos lleva a que nos rebelemos contra los padres. Era el pelo largo, eran las ropas negras, los fines de semana leyendo y oyendo música, en vez de ir a jugar al balón, como hacían los otros chavales de mi edad. Creo que, en el fondo, mis padres me encontraban un poquito "nerd"(n.d.r:decidí no traducir esa palabra). Siempre fui diferente de mis hermanos - tengo un hermano pequeño y una hermana mayor - y el metal sólo vino a acentuar esas diferencias. Hubo una reacción negativa que se tomó a mal: si tuviera la formación de mis padres, tampoco iba querer ver mi hijo en una banda de metal. Ese prejuicio fué cambiando y hoy en día están ambos super-orgullosos de moonspell
-Cuando decidió que sería músico?A finales de los años 80, cuando hicimos un fanzine sobre metal. Éramos una especie de periodistas amateurs y llegamos a entrevistar a algunas bandas importantes, como los Paradise Lost o los Bathory. Esa convivencia con la realidad del metal underground internacional despertó en nosotros las ganas de tener una banda.En la principio, se llamaban Morbid God...Sí, pero no tocábamos nada [risas]. Sólo más tarde, cuando cambiamos el nombre para Moonspell, en 1992, con la entrada de Mike y, después, de Pedro y de Ricardo, dimos el salto, en términos musicales. Yo aprendí a cantar y a vociferar, porque fue ese el lugar que me destinaron en la banda. Como ya tenía algunas dotes literarias y escribía la mayor parte de los artículos de los fanzines, comencé a hacer también las letras, pero nuestra experiencia era nula. El elemento más evolucionado que trajimos hacia la banda, en el inicio, fue Mike Gaspar (batería), que era un crío pero con una técnica ya muy elevada. Pedro Paixao (teclista y guitarrista) aprendió a tocar en los Moonspell y Ricardo Amorim (guitarrista) sólo llegó más tarde, pero tenía una afición tremenda que fué evolucionando con la banda.Yo, como era y soy un pedazo de ignorante en términos musicales, me fui adaptando a las situaciones. Conforme ellos iban componiendo y necesitaban de una voz más cantada o más gritada. Nunca tuve la intención de ser músico... De hecho, mucho más que músicos, lo que queríamos era pertenecer a esta banda específicamente. Si los Moonspell no existieran, nunca habría sido músico..
-Transmiten la imagen de familia...Una familia disfuncional sería lo correcto [risas], pero somos, de hecho, una familia...
-Vuestra relación nunca llegó a un punto de saturación, tan común en las bandas que andan en la carretera meses ?Por el contrario. De hecho, mientras más convivo con otros músicos, más me convenzo de que los Moonspell son una banda única, en ese sentido. Hay un vínculo entre nosotros más fuerte que el de la familia.Pasamos más tiempo juntos que con nuestras familias y tenemos entre nosotros una sensibilidad única.Suena cliché pero es la verdad de todos modos
-Y Fernando Ribeiro es el jefe de familia?Puede decirse que sí, pero sólo porque mi función en la banda es pensar [risas]. No tengo que componer, de practicar guitarra eléctrica o batería. Sólo tengo que leer, escribir y entrenar la voz, lo que me da mucho tiempo para pensar la banda y tener ideas. Aprendí con mi terapeuta que tengo características de liderazgo sentimental. Puedo ser la cara, el portavoz o hasta el alma de los Moonspell, porque estoy en la banda desde el inicio, pero no impongo nada, ni siquiera me considero líder. En términos musicales, por ejemplo, no mando nada...
-Cual es su papel en la composición?El proceso de composición transcurre siempre en conjunto y mi papel,además de escribir las letras, es arreglar un concepto.Me gusta mucho de investigar y soy muy observador. El tema ScorpionFlower, fué muy importante para nosotros, nació por una flor chafada que vi en la calle y me recordó la forma de un escorpión...
-Necesita de alejarse del grupo para crear?No, al contrario, escribo en cualquier lado. Por ejemplo, me gusta mucho venir hacia el estudio y escribir mientras ellos ensayan. Hubo una vez que decidí ir hacia un acantilado a escribir y cinco minutos después sólo me apetecía salir de allí e ir a beber una cerveza a cualquier lado [risas]
-Que le llevó a hacer terapia?Lo habitual. Cuestiones personales, como un divorcio. Nada que tenga que ver con la banda.El metal ya es de por si una música muy terápeutica[risas]
-Una de las principales características de los Moonspell es el modo como asumieron las riendas de vuestra carrera..Incluso hoy en día tenemos que hacer de todo.Este último concierto en el FIL y el concepto del día del metal era idea nuestra,al principio se hizo sólo lo que cada grupo estaba haciendo allí.Queríamos tener una carrera constante para llegar al mayor número de personas y la red construida por el fanzine fué fundamental en ese sentido,Nuestro objetivo no era hacer dinero rápidamente,Recuerdo que cuando grabamos nuestro primer albúm en 1993 sólo se hacia en CD,en un momento en que habia un montón de música metal ésta era una manera de llamar la atención .No hemos recibido ningún dinero solo 250 discos que se envian a los editores y periodistas de toda Europa
-Y funcionó?Sí,nos empezaron a llover contratos,incluyendo con el que queriamos, Century media,ahora que estoy recordandolo,me doy cuenta de que era un contrato para engañar a unos niños,pero a la vez lo celebramos con champán,porque nos permitió una digresión y trabajar con un productor serio.Era eso o una estancia en Portugal en un mercado pequeño.La primera vez que monté en avión fué cuando fuimos a Alemania a grabar Wolfheart
-Cómo fué esa transición de metaleros aficionados a pasarse a la industria del metal?Hubo 2 momentos, el primero fué la grabación del disco con un productor serio.Llegamos allí con la suficiente humildad y voluntad de aprender,pero no estabamos preparados para la fríaldad con la que fuimos recibidos nosotros,este productor llegó de pronto a pedirnos que nos alejaramos de el,porque el sólo estaba habituado a trabajar con bandas nórdicas y no queria ser visto con un grupo de morenos...Hoy en día ya cambió de opinión porque nos volvimos más importantes que él [risas].
-Y el segundo momento? La primera digresión fué en 1995.Llegamos a Alemania y nos pusieron la llave de una camioneta en la mano,y nos dijeron que el primer concierto era en Glasgow,Escocia.Nos sentiamos tirados como perros,eramos sólo nosotros y un técnico holandés con el que teniamos una relación muy mala,imáginate a 6 tipos viajando y durmiendo en una camioneta durante semanas,a veces teniamos que robar comida en las estaciones de servicio,entre salas tan distantes como las de Oslo y Barcelona
-Alguna vez pensaron en desistir?No, porque vemos las digresiones como una inversión necesaria. Pasar por todo ese folclore del rock'n'roll nos dio una gran experiencia. Partimos por esa primera digresión como una banda desconocida y regresamos, siete semanas después, con 50 mil discos vendidos. Cuando volvimos a Alemania, el presidente de la editora fue recibirnos personalmente. Aún hoy funcionamos un poco así. Cerca de mitad del año es pasado en la carretera...
-Y continúan gustando?Hoy todavía gustamos más, porque ya sabemos como funcionan las cosas. Nuestra primera digresión como cabezas de cartel fue en 1998. Cuando llegábamos al camerino, había ostras y champán y nosotros no teniamos ni idea de por qué éramos tan bien tratados. A esas alturas, aún vivíamos con nuestros padres y esa digresión acabó por funcionar como una especie de emancipación. Nos cuestionábamos: entonces vendemos decenas de miles de discos, agotamos los conciertos y no tenemos dinero para nada?! Hoy, eso no acontece, pero la carretera continúa siendo importante, porque ya hicimos la curva de la generación con nuestros fans. Hay personas que empezaron a oírnos ahora y nunca nos han visto en vivo. Hay todo un ánimo nuevo que es muy importante para la banda.Y continua dandonos mucho gusto tocar en locales nuevos como el acontecido en Marruecos con un estadio completamente lleno.El año pasado fuímos por primera vez a países como Bulgaria y Macedonia.Y este año estamos invitados a Israel,Líbano y Dubai
-Son conscientes, en sus presentaciones,de la renovación de los fans? Sí, notamos eso en 2001, con el [disco] Darkness and Hope, porque comenzamos a ver mucha gente nueva, en los conciertos. En 2006, con El Memorial, y ahora nuevamente con El Night Eternal, en especial a causa del tema Scorpion Flower, que llegó a mucha gente. Recuerdo estar en una sesión de autógrafos en Finlandia, y derepente aparecieron dos niños,cerca de los diez años que, confieso, traté como... a niños. Hasta al momento en que uno de ellos me preguntó si íbamos a tocar Alma Mater o Wolfshade, de nuestro primer álbum, lanzado cuando ellos aún no habian ni nacido. Fue una sorpresa y una lección, porque eran tan conocedores,como alguien de 30 o 40 años, y merecían ser tratados como tal...
-Como es vuestra relación con los fans?Siempre cultivamos una cierta proximidad con los fans porque, en el fondo, somos cómo ellos. Recuerdo ir al concierto de los Iron Maiden, y no parar de dar autógrafos, pero tampoco fue por eso por lo que fui para la zona VIP, que, de hecho, nunca frecuento. Ni siquiera por la cerveza gratis: los fans me pagan muchos vasos [risas]
-Participa en el proyecto Amalia Hoje,algo muy alejado del metal,que le parece a lo que ha llegado el disco?Es un balance que todavía está por hacer,fué muy positivo para todos y ultrapuso el ámbito de nuestras propias bandas.Hay personas que escuchan Amalia Hoje y no saben quien son los moonspell o the gift.De cualquier forma nuestras prioridades están muy bien definidas y si los Hoje todavía existen es debido al interés del público
-Otra consecuencia de esa exposición fué el interés por su vida privada,y las noticias de su relación con Sonia Tavares.... No le doy mucha importancia a eso,los moonspell no venden más por aparecer en la prensa rosa.Yo estoy en los Hoje porque soy vocalista de los moonspell,esa es la verdad,y mi ambiente es el metal y los conciertos en el extranjero.En cuanto a las revistas es inevitable pagar ese precio,pero mientras haya un Angelico o una Rita Pereira(n.d.r: los ubrique de Portugal imagino) nadie querrá saber de Fernando Ribeiro y Sonia Tavares
-Que habría sido si no fuera músico? Profesor de Filosofía, que era lo que yo estaba estudiando en la Facultad de Letras en Lisboa,donde entré con 18 primaveras. A pesar de no ser ningún betinho(n.d.r:un sociólogo y activista de los derechos humanos), siempre fui muy buen alumno y enseñar era mi vocación, mucho más que ser músico. Ya daba explicaciones desde secundaria y con el tiempo,lo hice de un modo casi profesional. Las explicaciones eran mi fuente de ingreso para invertir en la banda. Hoy, consigo ver una conexión entre las dos actividades: hay un trabajo de comunicación, un escenario, una audiencia. Y hay, a buen seguro, un aprendizaje mutuo, en la relación entre los músicos y los fans, que se parece mucho lo que acontece en una aula.
Traducción:††
Ŀucihell
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Tema: entrevista sacada revista lusa Visâo 
Jue Feb 25, 2010 4:46 pm
